Responder ‘¿sí?’ al descolgar el teléfono puede ser la acción más común en el día a día, pero también puede llevarnos a ser víctimas de una estafa. Es lo que se conoce como ‘la estafa del sí’, un tipo de fraude que ha vivido un repunte durante las últimas semanas y en el que los defraudadores graban esta respuesta cuando descolgamos el teléfono, por simple que parezca, para utilizarla luego en otro tipo de actividades.
Un tipo de peligro del que «cualquiera puede llegar a ser víctima», tal y como cuenta Ruth García, técnico de Ciberseguridad para Ciudadanía del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE). Según esta experta en seguridad en la red, este fraude consiste en llamar a los usuarios con el objetivo de captar una grabación en el que se diga la palabra ‘sí’. Bien sea porque al responder al teléfono se utiliza esta fórmula, o porque se realizan preguntas de tal forma que el usuario responde de esta manera», cuenta García.
Una vez que lo consiguen es cuando comienza realmente la estafa. Tras grabarnos, nuestro «sí» es utilizado para darnos de alta en servicios online de manera fraudulenta. «Es habitual que muchos servicios para confirmar el alta o la contratación de un servicio, realicen a los usuarios distintas preguntas en las que éste debe responder con esta afirmación», explica esta experta en ciberseguridad, quién aclara que con nuestra afirmación verbal los estafadores podrían iniciar por sí solos estos procesos y obtener así nuestra información personal.
Además, García alerta que se trata de un engaño que está al alcance de todos. «Cualquiera puede llegar a ser víctima porque es tan simple como llamar a cualquier teléfono, pero también pueden incluso tratar de conseguir nuestra confianza con ciertas informaciones que «hayan podido ser recopiladas a través de distintos medios, como las redes sociales», explica esta técnico del INCIBE.
Cómo evitar caer en estas trampas
Es primordial «ser precavidos con las llamadas que recibimos y con la información que facilitamos», cuenta Manuel Ransán, responsable de Ciberseguridad del INCIBE para ciudadanos y menores, sobre la manera en la que los usuarios deben actuar ante la posibilidad de caer en este tipo de fraudes.
«Ante una llamada sospechosa lo recomendable es colgar; si vemos que algo no nos encaja o tenemos dudas a la hora de facilitar información, lo mejor es ser precavido y no hacerlo», expone Ransán, quién aclara que si la llamada se produce desde una entidad bancaria concreta o una empresa oficial, y tenemos dudas sobre si de verdad son ellos o no, lo ideal es buscar el teléfono oficial y contactar directamente para consultar la veracidad de la llamada.
Y aún así, Ransán advierte que lo que no debemos hacer es devolver la llamada al mismo número que nos ha llamado. «Los fraudes más sofisticados son capaces de llamar suplantando los números de entidades legítimas», describe este responsable.
‘Phising’, ‘Vishing’ o ‘smishing’, entre otras estafas
En la red existe todo un entramado de fraudes que se suceden todos los días a través de las tecnologías y que se conoce como phising, un engaño en el que los timadores se hacen pasar por entidades oficiales para conseguir nuestra información personal. Dentro de ella hay multitud de tipos. En concreto, la ‘estafa del sí’ forma parte de lo que se conoce como vishing, es decir, aquel engaño en el que se persigue obtener datos personales o bancarios a través de una llamada telefónica.
Pero este no es el único método posible. Si los estafadores intentan hacer lo propio a través de SMS falsos, entonces estaríamos hablando de smishing. Y este tipo de engaños también se producen a diario. Sin ir más lejos, la Guardia Civili alertó hace unos días de otra estafa en la que se hacen pasar por la Agencia Tributaria, alertando falsamente a los usuarios de que hay una incidencia en su expediente, y redirigiéndoles a una web falsa para que introduzcamos nuestros datos y tratar de solventarlo.
En cuanto a mensajes, los últimos años también se han dado multitud de engaños. Es muy común uno en el que una persona nos habla directamente por WhatsApp, fingiendo ser uno de nuestros familiares y afirmando que está en apuros, por lo que necesita dinero urgente.
«Es muy importante ser cautos» cuenta García sobre todos estos tipos de engaños, quién explica que suelen ir de la mano. Si creemos que hemos sido víctimas de cualquier estafa, es conveniente, tal y como asegura Ransán, hacer un seguimiento de nuestras cuentas y los movimientos de nuestras tarjetas bancarias: «Lo recomendable es guardar cualquier evidencia, el número de teléfono del que proviene, correos electrónicos asociados al fraude, etc» porque, como explica este responsable, «todo puede servir para informar a las autoridades».