Según un informe elaborado a petición de Cloudera, muchas organizaciones se han dado cuenta de que el cloud computing no es tan rentable como se prometía.

Llevar los datos y las aplicaciones a la nube prometía ser una solución más ágil, eficaz y hasta rentable para muchas compañías. De hecho, muchas organizaciones se vieron presionadas a trasladar su operativa a modelos de cloud computing especialmente durante los confinamientos por la pandemia de la Covid. Sin embargo, ahora se han dado cuenta de que no es oro todo lo que reluce: casi 3 de cada 4 empresas se están planteando “repatriar” los datos que llevaron a la nube y hacer que residan en sus propios servidores o centros de datos.

Así al menos lo pone de manifiesto un estudio realizado por Coleman Parkes Research a petición de Cloudera (un proveedor de soluciones de gestión del dato) y que ha sido dado a conocer a un pequeño grupo de periodistas.

Irse a la nube no era solo irse a la nube. Lo cierto es que migrar a una plataforma en la nube no tiene mucho sentido si no optimizas tus necesidades y carga de trabajo para la nube. Hacerlo con aplicaciones antiguas y no adaptarlas a los nuevos tiempos o aprovechar las ventajas de los contenedores o el clustering podía resultar en algo contraproducente.

Las empresas que vuelven a gestionar sus nubes privadas necesitan vigilar muy de cerca la infraestructura local para evitar fallos de seguridad, expertos para que gestionen los servicios y datos y también un análisis cuidadoso de los recursos hardware que necesitan. Todo eso impone un coste económico y de recursos, y hay que tenerlo muy en cuenta a largo plazo.

En el segundo trimestre de 2022, los servicios en la nube facturaron un total de 62.300 millones de dólares (aproximadamente 61.000 millones de euros), lo que representa un aumento del 33% en comparación con el año anterior.

Los tres principales proveedores de servicios en la nube son:

  • Amazon Web Services (AWS):
    AWS facturó 19.739 millones de dólares (alrededor de 19.291 millones de euros) en el trimestre, lo que representa el 31% del gasto total.
    A pesar de la competencia, AWS sigue siendo un líder en el mercado de servicios en la nube.
  • Microsoft Azure:
    Azure fue el segundo proveedor más grande, con una cuota de mercado del 24%.
    Facturó casi 15.000 millones de dólares (unos 14.610 millones de euros) y experimentó un crecimiento anual del 40%.
  • Google Cloud:
    Google Cloud facturó 6.276 millones de dólares (alrededor de 6.132 millones de euros) en el último trimestre.
    Controla aproximadamente el 8% del mercado y experimentó un crecimiento del 45%.

Podría parecer que esta decisión de muchas empresas de dejar estos servicios será un grave problema para empresas como Amazon o Microsoft, pero la realidad es que tienen un filón más gordo a la vista: el de la IA, que está haciendo que aparezcan un sinfín de servicios web que precisamente están alojados en la nube. Y más que aparecerán.

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